En esta entrada me propongo realizar una reflexión sobre las diferencias y similitudes de diferentes aspectos de los sistemas educativos de EEUU, Finlandia, Corea y España, con el propósito de poder identificar algunas de las posibles factores que condicionan el éxito o fracaso de los diferentes sistemas.
Para la realización de estos comentarios se nos ha facilitado el enlace a tres vídeos que nos pueden ilustrar un poco a cerca de los diferentes sistemas.
Una vez analizado los tres vídeos, podemos decir que la situación planteada en el primero de ellos (EEUU), es probablemente una situación compartida en la mayoría de los regímenes; la función de la Escuela sería "formar" ciudadanos útiles a los intereses de los poderes económicos de una sociedad. Esto vendría a significar que poco interesa la Educación de la persona en un sentido más amplio, en el sentido de favorecer el crecimiento personal integral con el fin de conseguir ciudadanos integrados, críticos, creativos, reflexivos y participativos activos de la sociedad. Pues creo que estas son las decisiones que una sociedad va tomando a través de los políticos que van gobernando sucesivamente a través de diferentes legislaturas; son decisiones políticas que van atendiendo más a unos intereses o a otros y de ahí la importancia de las diferentes leyes educativas. Ahora mismo en España, con la recién estrenada Ley Wert (LOMCE), en mi opinión creo que se le asigna a la Educación un enfoque más "economicista" que "humanista", pero este tema lo dejo para analizarlo en el comentario de las leyes.
En cuanto al enfoque del Sistema Educativo Coreano, evidentemente creo que hay que reconocerle el éxito de su eficacia, pero es evidente que adolece de un sentido humanístico del mismo y que está totalmente centrado en la integración de las personas fundamentalmente desde un enfoque economicista. Es loable que las autoridades parece que han tomado nota del estrés sufrido por parte de su alumnado, derivado del carácter altamente competitivo del sistema, y están dispuestas a investigar sobre el mismo.
En cuanto al Sistema Educativo de Finlandia, analizado por el investigador estadounidense, creo que revela muchísimas claves interesantes susceptibles de ser tenidas en cuenta. Comenzaré por ciertas observaciones que denotan una clara diferencia con nuestro sistema español. Los alumnos se escolarizan a edades más avanzadas que en España; lo hacen sobre los siete años; el horario escolar es más reducido, al igual que el número de alumnos por aula y el alumnado en general en los Centros, que son bastante más pequeños. Hay que reconocer que este factor debe ser más fácil de lograr en un país con una población bastante más pequeña que el nuestro (no alcanza los 6 millones). Mientras que aquí el profesorado parece estar obsesionado con la "medición" de lo aprendido (enfoque extremadamente tecnológico) mediante constantes exámenes desde la etapa de Primaria, en Finlandia llama la atención que casi no hay exámenes y este aspecto es atendido desde una mayor preocupación por parte del profesorado en lograr que los alumnos interioricen la importancia de aprender. También este aspecto se favorece con el clima de confianza que se respira en las escuelas y la gran autonomía de estas en su propia organización. También llama la atención que los maestros realmente promueven un aprendizaje significativo desde una concepción constructivista del aprendizaje, en la que el alumno es el sujeto protagonista del mismo y el docente es el facilitador del proceso.
Dicho todo lo anterior, creo que la diferencia más significativa con nuestro sistema está en la formación inicial del profesorado, que se estructura en tres primeros años de formación disciplinar de una especialidad y dos años de "maestría" en los que se incide en la formación pedagógica que se realiza de forma fundamentalmente práctica, que comprende tanto la observación, la preparación tutorizada de sesiones, y la puesta en práctica de las mismas bajo la atenta mirada de los tutores y de otros estudiantes para luego ser analizada en pequeño debate sobre los logros, aciertos y posibles errores que se pudieron realizar en la puesta en marcha de la sesión. Otra característica que me llama la atención es que se intenta que el alumnado de Ed. Primaria esté la mayor parte posible del tiempo con un mismo profesor, a fin de que éste se familiarice con el "estilo" del docente y a sus formas de enseñanza, lo que a la larga hace que el alumno aprenda más y mejor. En nuestro sistema público es habitual que debido al sistema de puntos y a los traslados los alumnos cambien de maestro varias veces durante un mismo ciclo de la etapa. Otro factor que podría incidir en la calidad del profesorado es que el ingreso a la carrera de magisterio se limita a los estudiantes mejor preparados (un 10% de todos los aspirantes).
Sintetizando, creo que entre todas las posibles causas de los problemas de nuestro sistema educativo, yo identificaría tres grandes problemas:
- La decisión política y social que a través de las leyes educativas se le asignan a la Educación en cuanto a sus Fines (¿para qué se educa? ¿qué tipo de ciudadano se pretende?)
- La formación del profesorado: desde mi punto de vista es francamente mejorable; una de las claves sería la des-masificación de la carrera, a fin de recibir una formación mucho más práctica, individualizada y tutorizada por docentes universitarios con amplia experiencia en la docencia de las diferentes etapas educativas. Resulta paradójico que algunos de nuestros docentes, muchas veces no han pisado las aulas de las etapas para las que se pretende que ellos nos instruyan.
- La rotación permanente de profesores en las diferentes etapas debida a los concursos de traslados y otras características de un sistema que atiende más a los intereses laborales del profesorado que a los intereses de estabilidad del alumnado.