miércoles, 31 de diciembre de 2014

Actividad nº 18 "Retrato del Tutor Ideal"

En esta entrada me propongo reflexionar acerca de cuáles deberían ser los rasgos, las características y las competencias tanto personales como profesionales que debería reunir un "tutor ideal".

Personalmente creo que la tutoría es la función de velar por el crecimiento integral de la persona (personal, emocional, académico, motriz, ético-moral) en el ámbito educativo.


Dada la importancia que la Acción Tutorial tiene dentro del proceso educativo dentro de la escuela (ya sea Ed. Infantil, Primaria o Secundaria e inclusive en la formación Universitaria) y sus implicaciones en el desarrollo global e integral de cada uno de los alumnos, creo que uno de los aspectos fundamentales del tutor es su competencia profesional, que debería estar fundamentada en una sólida preparación específica en todos los temas relacionados con la orientación, la psicología evolutiva, la psicopedagogía y la sociología de la educación. La experiencia nos demuestra que no siempre es posible reunir en una sola persona este tipo de perfil, lo cual podría compensarse con una habilidad personal y una intuición especial para que el tutor sepa cuándo y dónde recurrir para solicitar ayuda o asesoramiento en aquellos aspectos que él mismo advierta que necesita, por ejemplo, el acudir al departamento o a los servicios de orientación.

Es así que, a parte de su preparación profesional, creo que es importante el que sea una persona con suficientes competencias comunicativas para relacionarse de forma eficaz con los otros profesionales del centro a fin de llevar a cabo un trabajo de tipo integral y colaborativo. Este aspecto creo que es relevante también a la hora de llevar a cabo la tutoría de forma coordinada con el equipo docente de su alumnado. A este respecto creo que también es importante que sea una persona con capacidad organizativa a fin de llevar a cabo una tutoría debidamente programada.

De cara al alumnado creo que es importante que el tutor sea una persona emocionalmente estable, empático, capaz de ponerse en el lugar del alumno, que tenga una escucha activa y atenta respecto a lo que los alumnos desean transmitirle, intuitivo y conciliador a la hora de abordar los problemas de convivencia que puedan surgir en su grupo y que se muestre cercano y accesible a fin de crear confianza entre él y sus alumnos. También es fundamental que sea una persona sensible a aquellos niños o jóvenes que suelen pasar inadvertidos en el grupo ya que aveces esconden problemas que no son visibles a los ojos del resto de profesores.

En relación a las familias, es importante que el tutor sepa comunicar, de forma que pueda establecer un canal de comunicación eficaz de cara a la necesaria colaboración de las familias con el centro. También en este punto creo que es importante que el tutor sea una persona segura en cuanto a su ejercicio profesional y que esa seguridad sea percibida por la familia, lo cual dará lugar a que esta se implique de forma más activa en las propuestas que él realice.

En conclusión, creo que la tutoría, probablemente sea una de las funciones docentes más relevantes y difíciles por su alcance y complejidad, por lo cual creo que sería interesante la implementación de programas específicos de formación continua al respecto.

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